Oftalmología Pediátrica

La atención a los problemas visuales en niños constituye un área de especial interés para nuestro equipo. Es ampliamente reconocido que, en numerosas ocasiones, el bajo rendimiento académico se debe a la falta de corrección visual mediante el uso de lentes.

En demasiadas situaciones, los desafíos de aprendizaje se diagnostican de manera incorrecta como trastornos de déficit de atención y/o problemas psicológicos, cuando, en realidad, la solución puede ser tan simple como la prescripción de lentes para corregir la visión deficiente de un niño.

La evaluación oftalmológica y optométrica en niños difiere significativamente de la realizada en adultos. Es esencial familiarizarse con los niños, utilizando métodos lúdicos y perspicaces, así como llevar a cabo pruebas especializadas de simulación infantil. Además, se deben realizar estudios objetivos, como la refracción ciclopléjica, que implica la administración de gotas para dilatar la pupila y evaluar la graduación de lentes en niños. El diagnóstico y manejo de condiciones específicas, como el estrabismo, requieren una amplia experiencia por parte del médico. Problemas comunes como la dacrioestenosis (obstrucción de la vía lagrimal) en bebés lactantes demandan un cuidado cuidadoso para prevenir complicaciones infecciosas graves.

En particular, la conjuntivitis de origen alérgico es frecuente en la infancia y adolescencia, especialmente en entornos urbanos con alta contaminación ambiental, como la Ciudad de México.

Aunque las revisiones en pacientes pediátricos suelen realizarse alrededor de los 6 años, cuando comienza el periodo escolar formal, es importante destacar que diagnósticos precisos pueden llevarse a cabo incluso en bebés recién nacidos.

El manejo de los problemas visuales en los niños es de especial interés para nosotros. En muchas ocasiones los problemas de aprendizaje son diagnosticados erróneamente como trastornos de déficit de atención y/o psicológicos cuando en realidad el problema es tan simple como falta de lentes o falta de desarrollo en ciertas habilidades visuales . 

Las revisiones en los pacientes pediátricos usualmente se realizan a los seis años de edad cuando inician el período escolar de manera formal sin embargo es posible realizar diagnósticos sumamente precisos incluso en bebés recién nacidos.

Signos y Síntomas que deben alertar a los padres:

Del nacimiento a los 6 años.
  • En los bebés cuando después del tercer mes el niño no fija la mirada y es indiferente a los objetos que se le muestran.
  • Cuando una de sus pupilas (Niña del ojo) es de diferente color a la otra.
  • Cuando uno de sus ojos es más grande que el otro.
  • Que el niño talle uno de sus ojos o ambos como si estorbara algo.
  • Cuando el bebé, presenta lagrimeo constante en uno de sus ojos con mucha secreción de manera crónica y a pesar de tratamientos
    con gotas este persista.
  • Cuando se observe desviación de uno de sus ojos. (Estrabismo).
En niños entre 6 y 12 años.
  • Cuando hay bajo rendimiento escolar sin causa aparente.
  • Que el niño manifieste de manera directa que no ve bien por ejemplo: el pizarrón en la escuela.
  • Cuando los niños entrecierren los ojos haciendo esfuerzo visual para poder ver.
  • En caso de que el niño presente lagrimeo, ardor de ojos
    y dolor de cabeza al leer o hacer sus tareas.
  • En caso de que el niño tenga que “Torcer” su cabeza o inclinarla anormalmente para enfocar objetos.
  • Enrojecimiento crónico de los ojos con tallado frecuente,
    molestia a la luz y parpadeo frecuente.
  • Cuando exista desviación de uno de sus ojos (Estrabismo).

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